Febrero 14, 2011

¿En dónde empieza tu cuerpo?
¿En las puntas de tus pechos
o en la sombra que dibujas a contraluz de doce velas bailando tangos y calipsos?
¿En la ropa que te arrancas bajo la luna de un foco que se muere en el cuarto?

Mientras mi mano recorre distancias en las que termina el aire
interrumpido por tu cuerpo,
nazco nuevamente, reconozco tus caderas y,
al sentir tu suave sexo, húmedo de amor, sediento de deseo,
quiero comprender en dónde comienza tu cuerpo.

¿En dónde termina tu voz en el teléfono, empieza tu lengua en mi oído,
tu falda en mis delirios, tu figura en mi mirada?

Voy cambiando de ángulos para encontrarte imperfecta,
para enamorarme de tus dulces defectos en los lugares exactos
y mezclar mi sangre de deseo con tu sangre de inocencia,
para que el sudor empape la febril necesidad de amar a una mujer
durante escazas horas, nunca suficientes para decir “te amo”.

Pero, ¿en dónde empieza tu cuerpo?
Me pregunto y busco a besos el principio de tu piel.
¿Será tu nuca un inicio o un descanso,
o la escalera que viene dibujándote desde los peces de los pies?

Mientras busco, deposito besos en el banco de tu vientre,
cuento las curvas que te envuelven como abrigo de pétalos de luna,
me pierdo en tu piel para volver a empezar a buscar el principio
mientras dices: “Así”.

¡Qué ingenuo es Dios, que te entregó a mí por tan sólo una costilla!


"There’s some people that
You don’t forget
Even though you’ve only seen ’m one time or two
When the roses fade
And I’m in the shade
I’ll remember you"
Bob Dylan